INCIDENCIAS: PLAGAS Y ENFERMEDADES

El balance general es que no hay presencia de plagas significativas. La tónica habitual es que los tratamientos están haciendo buen efecto en el cultivo.

ARAÑA ROJA (Tetranychus urticae)

En algunos casos puntuales, se han tratado los focos o las lindes contra esta plaga con abamectina.

Hay que tener en cuenta, que respecto a este agente es preciso extremar la atención sobre el cultivo, controlándolo desde los primeros ataques, ya que va a atacar durante todo el periodo vegetativo y se debe vigilar principalmente en aquellas plantaciones jóvenes o en aquellos cultivares que por su escaso porte vegetativo pueden sufrir daños muy importantes en los brotes y hojas, lo que afectará al normal desarrollo del cultivo.

Este agente se puede ver a simple vista como unos pequeños puntos rojizos en las hojas o en los tallos; los adultos miden alrededor de 0,5 mm. Estos ácaros extienden una pequeña telaraña debajo de las hojas. Es un ácaro muy polífago, se puede alimentar de cientos de tipos de plantas, incluyendo la vid.

Durante el verano, Tetranychus urticae tiene una coloración marrón verdosa con dos manchas más oscuras en los laterales, pero cuando se aproxima el invierno, su coloración se aproxima al rojo intenso.

PULGÓN

Se detectan por focos, tanto en las lindes como en el interior de las parcelas. Aphis gossypii es actualmente la especie de pulgón más habitual en el algodón. Su tamaño varía entre 0,9 y 1,8 mm, son de color variable, entre amarillo, verde oscuro, e incluso negro mate, variando entre individuos de una misma colonia.

Los cornículos o sifones son de color oscuro, siendo la cauda lago más claro que éstos. Sus daños pueden ser directos o indirectos. Los directos son debidos a su alimentación y producen un debilitamiento de la planta y la deformación de las hojas. Estos daños pueden ser especialmente graves en los primeros estadios de desarrollo de las plántulas de algodón. En caso de fuerte infestación se puede producir la defoliación de las plántulas recién nacidas, llegando ralentizar el crecimiento de las plantas. Los daños indirectos son ocasionado por otros agentes, como el hongo denominado “negrilla o fumagina”, el cual se asienta sobre la melaza que producen estos insectos; impidiendo la fotosíntesis y la respiración de las plantas, llegando incluso a manchar la fibra de algodón si el ataque se produce en fases finales del cultivo.